31/7/11

El final de David el Gnomo

Poneos cómodos, aprovechad para ir al baño, a la nevera, o a las dos cosas, porque váis a dedicar diez minutos de vuestras vidas a ver de nuevo el lacrimógeno final que marcó a toda una generación. 


¿Entonces qué? ¿Qué tal ha envejecido este finalazo? A mí personalmente no me ha impresionado mucho, supongo que porque ya me voy haciendo mayor. Sólo he sentido que tenía ante mí un documento histórico de primer orden, pero poco más.

...
...

Vale, mentira podrida. Menuda jartada de llorar que me he pegado. Esto es lo que se suele llamar un final almibarado; en las comedias de situación normalmente se le añade un giro humorístico para aliviar tanto empacho, y eso es exactamente lo que voy a hacer y con esta entrada. 

No hay comentarios: